Día a día suben las temperaturas y dentro de poco, sin darnos cuenta, ya estaremos sacando el polvo de los ventiladores y preparando los filtros del aire acondicionado. Pero… ¿cómo lo hacemos para no disparar la factura energética y sobrevivir al calor?
Aquí te dejamos 10 consejos para reducir tu consumo. ¡Toma nota!
1. Ventila con conocimiento
Es importante aprovechar para ventilar cuando menor sea la temperatura. En verano, las noches son el momento más fresco y el punto más bajo de los termómetros se alcanza sobre las 7:00h de la mañana. Por eso, este es el momento ideal para renovar el aire de nuestra casa y disipar parte del calor acumulado durante la noche.
Pero cuidado, a partir de las 10:00h la temperatura exterior puede empezar a aumentar rápidamente y el aire que entre por nuestras ventanas puede ser más cálido que el que hay en el interior de la casa. Antes de que eso pase, te recomendamos realizar una ventilación cruzada para refrescar las estancias de tu hogar.
2. Anticípate a los termómetros
Los smartphones son unos buenos aliados del verano, concretamente las aplicaciones meteorológicas que nos permiten tener una previsión bastante exacta de las temperaturas de las próximas horas.
Sabiendo esto, podemos anticiparnos al clima y asegurarnos que durante las horas de más calor las puertas y ventanas permanezcan bien cerradas. Así sabremos que, aunque tengamos calor en el interior de casa, si fuera la temperatura es aún más elevada, “abrir para refrescar” no es una buena idea.
3. Nunca a menos de 27ºC
Solemos ver los termómetros del aire acondicionado a 20ºC, o incluso, menos. Pero esta temperatura no es ni mucho menos la más saludable ni para nuestro cuerpo ni para nuestra economía.
El aire acondicionado nos ayuda a sobrevivir mejor a las altas temperaturas, pero no podemos olvidar que sigue siendo verano y que por tanto, debemos asumir una temperatura algo más alta. Sobre todo, si no queremos llevarnos un buen susto cuando llega la factura de la electricidad.
4. Un poco de hielo
Si no contamos con un equipo de aire acondicionado un ventilador de toda la vida puede ser, combinado con la sombra y con una buena ventilación a primera hora de la mañana un dispositivo de medidas muy útiles.
Aunque suene un poco rudimentario, si colocamos una bandeja de hielo entre el ventilador y nosotros podremos incrementar la sensación de frescor. No es la panacea, pero no ayudará mucho y sin duda, es una solución económica.
5. Aprovecha la sombra
Una de las mejores maneras de luchar contra el calor es una que no usa energía de ningún tipo: la sombra. Cualquier dispositivo que evite que el sol impacte directamente contra nuestra fachada y ventanas será un gran aliado.
Toldos, sombrillas, persianas, cortinas… cualquiera de ellas puede convertirse en una buena “ línea de defensa” contra el calorazo veraniego.
6. Las plantas al sur
Si tenemos un jardín en vuestra casa, aunque sea pequeño, puede convertirse en un gran aliado. Plantando un árbol de hoja caduca en la fachada sur conseguiremos que durante el invierno, cuando el árbol no tenga hojas, la luz llegue a casa, pero en verano, cuando las hojas sean abundantes evitarán que el sol incida contra nuestra fachada.
Otra forma de conseguir un efecto aislante del calor mediante las plantas consiste en dejar crecer una enredadera en el muro sur de la vivienda.
Aplicar estas medidas te ayudarán a sobrevivir a las altas temperaturas sin disparar tu consumo energético.
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