Las necesidades energéticas de cada negocio varían en función del sector del que se trate. Por ejemplo, una central térmica necesitará toneladas de carbón y grandes cantidades de agua. En cambio, el consumo energético de hoteles y campings estará basado en energía eléctrica y gas natural. Mientras que una empresa de transporte consumirá grandes cantidades de derivados del petróleo como el gasoil o la gasolina (a menos que su flota esté compuesta por vehículos eléctricos).
En cualquier caso, la energía es un elemento clave para el desarrollo de los procesos industriales y de las actividades auxiliares. Y aunque, como hemos visto, cada empresa tiene unas necesidades energéticas particulares existen medidas de ahorro que resultan válidas para cualquier planta industrial.
Top 10 medidas de ahorro
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- Aprovechar la iluminación natural: tener en cuenta los lucernarios y las claraboyas en el diseño de nuestra nave nos permitirá aprovecharnos de la luz natural y reducir el consumo de electricidad.
- Adaptar luz y actividad: no todas las actividades requieren el mismo grado o tipo de iluminación. Busquemos cuál es el que mejor se adapta a nuestro negocio para poder hacer un uso óptimo del mismo.
- Apostar por la eficiencia: sustituyendo las lámparas y utilizando tecnologías con mayor eficiencia lumínica reduciremos el consumo. Así como también cambiando las bombillas y apostando por leds.
- Optar por un buen aislamiento: es importante asegurarse de que aislamos correctamente nuestro recinto (puertas y ventanas), tuberías y depósitos que contengan fluidos fríos o calientes.
- Darle un buen uso al tejado: los paneles solares no solo sirven para proveer calefacción y climatización, también pueden usarse para generar el agua caliente necesaria para algunos procesos industriales. Aprovechar el tejado u otras áreas en desuso de nuestro terreno para instalarlos nos permitirá ahorrar en las facturas.
- Modernizarse: sustituir los equipos y maquinarias obsoletas supone una inversión inicial pero también acabará repercutiendo positivamente en el descenso de nuestro gasto energético. Optar por las últimas tecnologías también es optar por la eficiencia energética.
- Revisar nuestro contrato: elegir bien la tarifa de servicio que tenemos contratada, así como también ajustar la potencia al consumo requerido, pueden ser maneras de disminuir las cifras de nuestras facturas.
- Discriminación horaria: el coste de la electricidad varía en función de la franja horaria. Buscar una tarifa que se adapte a nuestros momentos de mayor consumo es la mejor opción para nuestro negocio.
- Compensar la energía reactiva: instalando baterías de condensadores podemos compensar la energía reactiva, consiguiendo reducir el importe de la factura eléctrica.
- Mantenimiento: revisar periódicamente los diferentes elementos de nuestro proceso industrial ayudará a mantenerlo energéticamente eficiente.
Razones por las que la industria debería invertir en mejoras energéticas
Más allá del ahorro económico hay diversas razones por las que cualquier empresa, sobre todo la industria, debería invertir en gestión energética. Algunas de ellas son:
Reducir las emisiones de efecto invernadero:
En la actualidad el tema medioambiental está a la orden del día, por ello desarrollar soluciones para disminuir los gases derivados de las actividades industriales es prioritario. Las cinco industrias que más contaminan son la producción de energía, la industria del petróleo, el transporte, el sector de la moda y el sector alimentario.
La Comisión Europea exigió a España reducir en un 26% las emisiones de dióxido de carbono para cumplir con la rebaja global del 40% acordada para 2030. Para poder llegar a estos objetivos es fundamental que las empresas se impliquen y adopten medidas de gestión energética ya que: a menos energía consumida menos emisiones contaminantes generadas.
Generar una buena imagen de marca:
El compromiso de las empresas en el desarrollo energético sostenible potencia su imagen de marca. Las organizaciones que apuestan por llevar a cabo medidas de sostenibilidad refuerzan su perfil como empresas responsables, con una “huella de carbono” menor, preocupadas por el medioambiente y por el futuro del planeta.
En el contexto actual, en el que la sociedad premia las buenas prácticas medioambientales, optar por ellas puede llegar a constituir una ventaja competitiva frente a otras empresas del sector que no realizan ningún tipo de gestión energética ni medioambiental.
¿Cómo puedo reducir el consumo de mi empresa?
En AMI.GAS llevamos más de 20 años trabajando en el sector de la energía y podemos ayudarte a encontrar las mejores soluciones y tarifas para tu negocio.
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